En River pegó fuerte la derrota con Boca
Por primera vez desde su llegada a River, Martín Demichelis vivió en carne propia una derrota en el Superclásico. El DT le había ganado dos veces a Boca, una en el Monumental y otra en La Bombonera, y empatado el último encuentro, pero este domingo sufrió la caída 3-2 en el Mario Alberto Kempes de Córdoba.
Duele internamente no solo porque fue contra el Xeneize, su histórico rival, sino porque significó la eliminación en los cuartos de final de la Copa de la Liga. Un adiós temprano que obliga a depositar todas las energías e ilusiones en la Copa Libertadores.
Y eso es lo que quiere Demichelis, quien le avisó al plantel que este lunes, desde las 11, habrá práctica en el predio de Ezeiza para comenzar a preparar el encuentro del miércoles frente a Libertad en Paraguay. Esta jornada copera se tomará como un desafío en sí mismo para ver si los jugadores tienen la personalidad suficiente para recuperarse rápido.
River cayó ante Boca en el Superclásico de la Copa de la Liga (Fotobaires).
Aunque, más allá de que la idea es pasar página lo más rápido posible, en el ambiente riverplatense sobrevuela el sentimiento de decepción por el mal partido y en la libreta del técnico hay varias puntos subrayados que preocupan.
Principalmente la falta de herramientas de River para defender la ventaja inicial con una actitud de dominar el juego y no cederle el protagonismo al equipo de Diego Martínez. Ya le había pasado en el Superclásico anterior, en el que arrancó ganando por el gol de Pablo Solari y terminó empatando y sufriendo sobre el cierre.
Por el lado dirigencial, además, hay muchísima bronca y hasta sospechan de un arbitraje tendencioso por la labor de Yael Falcón Pérez, quien dio por válido un gol de River en el amanecer el complemento y lo terminó anulando porque supuestamente la pelota no cruzó en su totalidad la línea de meta defendida por Sergio Chiquito Romero. Además, hay malestar porque no echó a Nicolás Figal tras una patada en las costillas a Enzo Díaz.