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Desaparición de Cecilia Strzyzowski: el plan siniestro que habría ideado el clan Sena para matar y ocultar el crimen

Desde Resistencia, Chaco – A Cecilia Strzyzowski (28) se la busca desde el 6 de junio, fecha en que su familia realizó la denuncia por su desaparición en la comisaría Tercera de Resistencia. Sin embargo, la última vez que se la vio con vida fue el 1° de junio. Se cumplen dos semanas de su desaparición, y la hipótesis de que hubo un plan para matarla cobra peso para los investigadores.
La relación de Cecilia y César surgió a través de Tinder en diciembre de 2021. Menos de un año después, el 24 de octubre de 2022, se casaron por civil. La familia de él se ausentó del festejo, no estaban de acuerdo con la relación que César había entablado con Cecilia “por la diferencia de edad, ella era 10 años mayor y porque la conoció en una aplicación de citas”.
En ese contexto, la pareja tenía pensado irse a vivir a Ushuaia. Desde el entorno de Cecilia aseguraron que el disparador del viaje fue un puesto de trabajo que les había conseguido la madre de César por sus contactos en la política. Para los investigadores, en cambio, el viaje fue el anzuelo con el que atraparon a Cecilia para luego terminar con su vida.
Con la ilusión de instalarse en el Sur argentino, el jueves 1° de junio, Cecilia salió de su casa junto a César rumbo a lo de sus suegros, Emerenciano Sena y Marcela Acuña. La idea era pasar la noche ahí para luego viajar en avión desde Corrientes hasta Ushuaia, previa escala en Buenos Aires. Pero la joven jamás pudo concretarla.
“César y Emerenciano Sena, Marcela Acuña y Gustavo Obregón, se pusieron de acuerdo para darle muerte a Cecilia. Le hicieron el cuento del viaje y el día que tenía que volar, desapareció. Hubo una premeditación”, confió a este medio una alta fuente judicial.
La hipótesis del plan para matar a Cecilia tiene varios sustentos y sobre ellos se apoyó el Equipo Fiscal Especial —conformado por Jorge Cáceres Olivera, Jorge Fernando Gómez y Nelia Velázquez— para cambiar la calificación del expediente que, este martes, pasó de desaparición de persona, a femicidio agravado por la participación de dos o más personas.
En primer lugar, se tuvieron en cuenta las declaraciones reservadas de varios testigos que complicaron a los acusados. Qué dijeron estos testigos y quiénes son, se mantiene en estricta reserva. En segundo, la geolocalización del teléfono de la víctima apuntó a la zona de Campo Rossi, aseguraron altas fuentes del caso.
Eso último, detallaron las mismas fuentes, se relaciona con lo que declaró como testigo César Sena. En su testimonio, aseguró que él y su pareja tuvieron una discusión previa al viaje por temas de dinero y que, luego de eso, Cecilia agarró su billetera, su celular y se fue caminando. Pero lo que dice Sena hijo no coincide con la geolocalización móvil: “su celular se reporta a la par del de ella hasta que, el lunes 5 de junio todos los celulares se apagan”.
A esa contradicción se suma otra: si Cecilia se había ido caminando y César no sabía dónde estaba, ¿por qué él le enviaba mensajes a su suegra en nombre de ella alegando que se le había roto el celular?
Otro punto que los investigadores contemplaron tiene que ver con los registros que aportaron las cámaras de seguridad. Gracias a una de ellas, el viernes 2 por la mañana, se logró identificar a Cecilia haciendo su ingreso a la casa de los Sena, en Santa María de Oro, en Resistencia. Esto demuestra, por un lado, que la mujer no viajó a Buenos Aires tal cual tenía previsto. Por el otro lado, da cuenta de que no hay registro de salida.
“No es posible asegurar que la mataron allí, pero sí que salió sin vida”, apunta una fuente del caso. Quién la habría asesinado y quiénes participaron en la operación para hacer desaparecer el cuerpo es todavía un misterio.
Pero hay más: se trata de otro video que tiene como protagonistas a Fabiana González, asistente del matrimonio piquetero y a su esposo, Gustavo Obregón. En la secuencia, que es posterior al ingreso de Cecilia a lo de los Sena, se los ve discutiendo y ella se toma la cabeza.
Al igual que Emerenciano Sena y Marcela Acuña, imputados como coautores del homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas; González y Obregón también están acusados de haber participado del crimen. Ella en calidad de partícipe necesaria; él como partícipe secundario. A Obregón, además, se le allanó el departamento que alquilaba en el barrio Villa Centenario y le secuestraron la ropa con la que habría llegado el viernes 2 de junio al domicilio de Emerenciano Sena.
A 14 días de su desaparición, no hay rastros del cuerpo de Cecilia. Este miércoles, tras la declaración de Gustavo Melgarejo, el casero de campo de los Sena, que sostuvo haber visto a la joven “amordazada, con vida y en el asiento trasero de una camioneta” el día 4 de junio, la Justicia ordenó una serie de allanamientos en una zona rural de Puerto Tirol, la localidad en la que está ubicado el campo del dirigente social chaqueño. A pesar del gran despliegue los resultados fueron negativos.
Gustavo Melgarejo, el único de los siete detenidos que declaró, y su esposa, Griselda Reinoso, quedaron imputados por el delito de homicidio agravado en calidad de partícipes secundarios.
El delito mayor le corresponde a César Sena, acusado de “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por el concurso premeditado de dos o más personas y por haberse realizado en un contexto de violencia de género (femicidio) en calidad de coautor”.
A última hora de ayer, en medio de entredichos que aseguraban que se habían encontrado manchas de sangre de Cecilia en la casa del matrimonio piquetero, el Equipo Fiscal Especial desmintió la información y aclaró que aún no están listos los resultados sobre las muestras de sangre recolectadas en la casa de la familia Sena.
En medio de la investigación, durante la noche, vecinos, amigos y familiares de Cecilia coparon la Plaza 25 de Mayo. Con velas, antorchas y pancartas, pidieron “Justicia”.