Violentas protestas en París, manifestantes irrumpieron en un local de Louis Vuitton
Otra violenta jornada en Francia. Cientos de miles de personas volvieron a manifestarse contra la impopular reforma jubilatoria y a la espera del fallo que se dará el viernes en el Consejo Constitucional. El momento de mayor tensión fue en medio de un operativo policial en París para «proteger» al edificio en el que funciona la institución judicial que decidirá sobre la validez de la iniciativa impulsada por el presidente Emmanuel Macron.
En la mañana, unos 400 manifestantes invadieron durante unos minutos la sede parisina del gigante del Louis Vuitton, cercana a los Campos Elíseos, con bengalas y silbatos, al grito de «la calle es nuestra».
“Hemos venido a darle simbólica y pacíficamente al Gobierno la idea de sacar dinero de los bolsillos de los multimillonarios”, dijo a Le Monde Fabien Villedieu, sindicalista de SUD-Rail, frente a la tienda de artículos de lujo parisina.
Según datos de la Jefatura de la Policía de París, hasta ahora se realizaron 25 arrestos y se espera que esta cifra suba.
De qué se trata el reclamo
Las escenas de tensión en el marco de las protestas en París recordaron a los últimos incidentes del pasado 6 de abril, cuando un grupo de trabajadores ocupó la sede de la inversora estadounidense Black Rock en su camino a la Asamblea Nacional.
Los nueve «sabios» del Constitucional deben pronunciarse sobre la validez de la reforma y sobre un pedido de referendo sobre la edad de jubilación solicitado por la oposición de izquierda.
Al paso de la manifestación por delante de la sede del Consejo, en París, manifestantes radicales lanzaron proyectiles contra agentes antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos.
Las autoridades prohibieron cualquier manifestación frente al organismo, situado cerca del Museo del Louvre, a partir de esta noche y desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad.
Los sindicatos y una mayoría de los franceses, según los sondeos, quieren que el Gobierno dé marcha atrás la reforma, que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.